Un aquelarre (del euskera akelarre, «aker» = macho cabrío; «larre» = campo) es el lugar donde las brujas (sorginak en euskera) celebran sus reuniones y sus rituales. Aunque la palabra viene del euskera se ha asimilado en castellano y por extensión se refiere a cualquier reunión de brujas y brujos.
Se cree que en estas celebraciones las cohortes de brujas solían venerar a un macho cabrío negro, que tras horas de cánticos y ofrendas orgiásticas podrían abrir un portal infernal en el centro del campo o cosechal para ofrendar culto y consulta a Satán, con el fin de obtener riquezas y poderes sobrenaturales.